La tuberculosis es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis que puede afectar a los pulmones y otros órganos del cuerpo. A pesar de los avances en el diagnóstico y tratamiento, la tuberculosis sigue siendo una amenaza para la salud pública en muchos países del mundo
Una de las principales razones por las cuales la tuberculosis sigue siendo una amenaza a la salud pública es su alta tasa de mortalidad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tuberculosis es una de las 10 principales causas de muerte en todo el mundo. En el año 2020, se estimó que la tuberculosis causó 1,4 millones de muertes en todo el mundo. Además, la tuberculosis es una de las principales causas de muerte entre las personas con VIH/SIDA.
De acuerdo con cifras proporcionadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) se estima que cada día mueren casi 4500 personas a causa de la Tuberculosis y aproximadamente 30,000 personas contraen esta enfermedad.
Otro factor que contribuye a la amenaza de la tuberculosis es la dificultad para desarrollar la enfermedad. A menudo, los síntomas de la tuberculosis son similares a los de otras enfermedades respiratorias, lo que puede retrasar el diagnóstico. Además, algunas personas infectadas con la bacteria no pueden mostrar síntomas en absoluto, lo que dificulta la identificación de la enfermedad. El diagnóstico tardío también aumenta el riesgo de transmisión de la enfermedad a otras personas.
La resistencia a los medicamentos también es una preocupación importante en la lucha contra la tuberculosis. La resistencia a los medicamentos se produce cuando las bacterias de tuberculosis se vuelven resistentes a los medicamentos utilizados para tratar la enfermedad. Esto puede ocurrir si los pacientes no completan el tratamiento prescrito o si se utilizan dosis inadecuadas de medicamentos. La tuberculosis resistente a los medicamentos es más difícil de tratar y puede requerir terapias más costosas y prolongadas.
La pandemia ocasionada por COVID-19 ha causado enormes impactos sanitarios, sociales y económicos desde 2020, esto incluye impactos en la provisión y el acceso a los servicios esenciales de tuberculosis.
La pobreza y la desigualdad también son factores que contribuyen a la persistencia de la tuberculosis. Las personas que viven en condiciones de pobreza tienen un mayor riesgo de contraer tuberculosis debido a la falta de acceso a una atención médica adecuada, una nutrición deficiente y viviendas superpobladas. Además, las personas que viven en países de bajos y medianos ingresos son más susceptibles a la tuberculosis debido a la falta de recursos para la prevención y el tratamiento de la enfermedad.
La falta de conciencia y educación sobre la tuberculosis también contribuye a su persistencia como amenaza a la salud pública. Muchas personas no comprenden la gravedad de la tuberculosis y cómo se transmite, lo que puede llevar a una propagación sin control de la enfermedad. Además, la estigmatización de la tuberculosis puede hacer que las personas no busquen tratamiento o que no informen a otros sobre su enfermedad, lo que puede exacerbar la propagación de la enfermedad.
En México, la TB continúa representando un problema de salud pública agravado por diversos factores como como la diabetes, el VIH, el envejecimiento de la población, el tabaquismo, el uso de combustibles sólidos, el uso de drogas ilegales, el alcoholismo, la migración, la desnutrición, la situación de calle y recientemente por la pandemia de COVID-19. El control de la TB requiere la adopción de medidas multisectoriales para abordar cada una de ellas.
Según la OMS, en 2020 se estimó que México tenía alrededor de 23,000 nuevos casos de tuberculosis. Esto significa que la tasa de incidencia de la enfermedad en México es de alrededor de 19 casos por cada 100,000 habitantes. Aunque la tasa de incidencia ha disminuido en los últimos años, la tuberculosis sigue siendo una amenaza para la salud pública en México.
Para hacer frente a la tuberculosis en México, el gobierno ha implementado una serie de medidas. Entre ellas, se encuentra el Programa Nacional de Control de la Tuberculosis, que tiene como objetivo prevenir y controlar la enfermedad en todo el país. Este programa proporciona tratamiento gratuito a las personas diagnosticadas con tuberculosis y realiza campañas de concientización para informar al público sobre los riesgos de la enfermedad y cómo prevenirla.
Para abordar la amenaza de la tuberculosis a la salud pública, se necesitan esfuerzos globales para mejorar el diagnóstico, tratamiento y prevención de la enfermedad. Esto puede incluir la implementación de programas de detección y tratamiento temprano, la promoción de la investigación y el desarrollo de nuevos medicamentos y terapias, y el fortalecimiento de los sistemas de atención médica en todo el mundo. También se necesita una mayor conciencia pública sobre la tuberculosis y la importancia del diagnóstico y tratamiento temprano para reducir el riesgo de propagación de la enfermedad.