La piel es el órgano más grande de todo nuestro cuerpo, el cual cumple funciones muy importantes como lo es el proteger nuestro organismo de las agresiones externas, regula la temperatura del cuerpo, interviene en la síntesis de la vitamina D, además de que gracias a ella podemos percibir estímulos sensoriales tanto placenteros como los dolorosos o desagradables.
Nuestra piel está compuesta por tres capas: La epidermis, dermis e hipodermis. Cada una de ellas cuenta con una estructura y una función diferente. El color, textura y pliegues en nuestra piel nos ayudan a identificar las características de esta misma, así como en qué condiciones se encuentra, por lo que cualquier alteración en el funcionamiento o en su aspecto pueden ser indicativos de que nuestro cuerpo está enfermo, ya sea física o mentalmente.
En la mayoría de los casos los problemas que se puedan presentar sobre nuestra piel se limitan a la misma. Sin embargo, en algunos casos, la piel puede revelarnos algún trastorno que esté afectando alguna otra parte de nuestro cuerpo.
Dejando claro el papel que desempeña nuestra piel y porque es importante no dejar pasar cualquier alteración de esta misma, podemos hablar de uno de los trastornos cutáneos más comunes: la dermatitis atópica.
La dermatitis atópica (también conocida como eczema) es una enfermedad crónica que hace que la piel se irrite e inflame, ocasionando mucha picazón. Una afección frecuente que por lo general comienza durante la niñez, sobre todo en niños de zonas urbanas o en países con ingresos elevados; sin embargo cualquier persona puede llegar a desarrollarla. Frecuentemente la dermatitis se puede observar en la parte interior de las rodillas, codos y rostro, pero en casos muy extremos puede extenderse y abarcar más zonas de la piel.
Hasta el momento no se ha identificado una causa única para la dermatitis atópica pero una de ellas es debido a un defecto genético de la barrera cutánea que predispone a la piel a inflamarse, es decir, que la piel de alguien con dermatitis atópica no puede protegerse de los factores ambientales como alérgenos o irritantes ocasionando así, la inflamación e hinchazón característica de dicha enfermedad. A menudo es hereditaria, pues se ha observado que suele presentarse en personas que padecen o tienen familiares con asma, alergias o rinitis. Otros factores que pueden hacer que desarrolles dermatitis atópica son:
- Rutinas de higiene que afecten la barrera cutánea
- Periodos de excesivo estrés emocional
- Cambios inmunológicos
- El contacto de la piel con sustancias químicas irritantes o tóxicos
- Sudoración excesiva
- Factores medioambientales, como climas excesivamente secos, temperaturas muy altas o muy bajas o los cambios drásticos de temperatura.
La dermatitis atópica NO es una alergia a una sustancia en particular.
La dermatitis atópica NO es contagiosa.
Principales síntomas y signos de la dermatitis atópica
El siguiente listado son algunos signos que sirven para el diagnóstico de una dermatitis sin embargo, no olvides consultar a tu médico en caso de sospecha
- Picazón grave que puede, incluso afectar la calidad de sueño
- Sequedad en la piel
- Manchas en la piel: estas suelen ser de color rojizo o marrón, las cuales se encuentran en la parte interna de los codos, rodillas, muñecas, manos, cuello, pecho, tobillos, pies, parpados, entre otros.
- Sensibilidad en la piel
- Piel agrietada o escamosa
Tratamiento
No existe cura para la dermatitis atópica, pero puede tratarse con medicamentos ya sean orales o cutáneos para ayudar a aliviar los síntomas, los cuales serán indicados por su médico.
Sin embargo se sugieren los siguientes cuidados:
- Cambiar el jabón corporal por sustitutos de jabón
- Aplicación de cremas hidratantes (no confundir con humectación, recordar que las cremas hidratantes aportan agua a la piel) justo después del baño, mientras la piel aún está húmeda.
- Reducir la frecuencia en la que se toman baños.
- Limitar la temperatura del agua a tibia
- Nunca frotar la piel ni para secarse después de la ducha, el secado debe hacerse con una ligera presión de la toalla sobre la piel
- Evitar el uso de telas que puedan irritar la piel como lo pueden ser la lana.
- Evita rascar el prurito (las erupciones)
- Disminuir el estrés emocional
Vivir con dermatitis atópica puede ser difícil, en especial cuando se está en una edad de crecimiento y/o desarrollo, pues perturba el sueño aumentado los niveles de estrés, como consecuencia, un impacto grave en la calidad de vida, por ello es importante seguir las medidas y cuidados recomendados, siempre bajo la supervisión de su médico de confianza.
Consulta más información sobre esta afección en nuestro podcast disponible en Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=hxGCEUdg7Tc
Spotify: https://open.spotify.com/episode/0ifvmamhGp4SykQFLs5AyX?si=785fe48ee68e4499
Fuentes:
https://www.bepanthol.es/dermatitis-atopica
https://www.niams.nih.gov/es/informacion-de-salud/dermatitis-atopica/basics/symptoms-causes