Es momento de unirnos y reescribir el futuro de la atención oncológica, un futuro donde las necesidades individuales y comunitarias sean la prioridad.
Cada año, se estima que alrededor de 30.000 niños, niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe serán diagnosticados con cáncer, y casi 10.000 perderán la vida debido a la enfermedad. Sin embargo, cada experiencia con el cáncer es única. Más allá de los tratamientos médicos, la lucha contra esta enfermedad requiere un enfoque integral que ponga a la persona en el centro de la atención.
Más allá de la enfermedad: ver a la persona, no solo al paciente
El impacto del cáncer no se limita a síntomas físicos o procedimientos médicos. Cada diagnóstico trae consigo desafíos emocionales, psicológicos, sociales y económicos que afectan la vida de los pacientes y sus familias. Por ello, es esencial un enfoque que no solo trate la enfermedad, sino que también brinde apoyo integral en todos los aspectos de la vida de la persona afectada.
La atención centrada en la persona significa escuchar, comprender y responder a las necesidades individuales de cada paciente. Se trata de brindar un acompañamiento cercano, respetando su autonomía, valores y deseos en cada etapa del tratamiento.
La importancia del apoyo comunitario y emocional
Enfrentar el cáncer es un reto que nadie debería afrontar solo. La red de apoyo conformada por familiares, amigos, cuidadores y profesionales de la salud juega un papel fundamental en el bienestar del paciente. Espacios de escucha, grupos de apoyo y atención psicológica pueden marcar la diferencia en la calidad de vida de quienes atraviesan esta enfermedad.
Las comunidades también desempeñan un rol clave en la lucha contra el cáncer, mientras que en los países de ingresos altos de las Américas más del 80% de los niños con cáncer se curan, en el resto, el promedio de supervivencia es del 55%. El acceso equitativo a la información, prevención, diagnóstico temprano y tratamientos debe ser una prioridad para garantizar que cada persona reciba la atención que necesita, sin importar su situación económica o geográfica.
Un llamado a la acción: reescribamos juntos el futuro de la atención oncológica
Para cambiar la forma en que enfrentamos el cáncer, debemos trabajar unidos: pacientes, profesionales de la salud, instituciones, gobiernos y sociedad en general. Es hora de impulsar políticas de salud inclusivas, fortalecer los sistemas de atención médica y garantizar que cada paciente sea tratado con dignidad y respeto.
Mirar más allá de la enfermedad y ver a la persona antes que al paciente nos permitirá construir un sistema de salud más humano y eficaz. La lucha contra el cáncer no es solo un desafío médico, sino también un compromiso colectivo para mejorar la calidad de vida de quienes lo enfrentan.
Detección temprana del cáncer en niños, niñas y adolescentes
Por otro lado, abordar el cáncer infantil desde el diagnóstico precoz ofrece una ventaja doble: por un lado, aumenta las probabilidades de curación, y reduce los efectos secundarios y las secuelas a largo plazo derivadas de los tratamientos. En este contexto, en el marco del Mundial contra el Cáncer Infantil, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) pone a dispocisión la Guía interactiva de referencia rápida para los equipos de salud, que refuerza la capacidad de respuesta del sistema de salud frente a esta problemática y contribuye al cumplimiento de los objetivos planteados para el 2030.
Sigamos avanzando juntos hacia un futuro en el que la atención oncológica esté verdaderamente centrada en la persona. Porque cada historia importa, cada voz cuenta y cada acción nos acerca a un mundo más solidario y esperanzador.
Fuentes consultadas:
Organización Panamericana de la Salud. Diagnóstico precoz del cáncer en niños, niñas y adolescentes: Guía interactiva de referencia rápida. Washington, D.C.: OPS; 2025. Disponible en: https://doi.org/10.37774/9789275329597.